Existen cuatro aspectos en los cuales se evidencia claramente como la tecnología ha generado una especie de supervivencia social y humana ante la actual pandemia: comunicación, teletrabajo, Inteligencia Artificial e Internet de las cosas (IoT).

La Comunicación: como nunca antes en la historia, en menos de 3 meses la información del virus se difundió (¿viralizó?) gracias a los medios y usuarios con dispositivos móviles al alcance. Se estima que en este 2020 un total de 5.19 billones son usuarios de smartphones, el acceso a internet se estima en 4.54 billones y los usuarios de redes sociales se estiman en 3.8 billones personas.

Es decir, las estadísticas comprueban que esta es una de las principales herramientas de información y (ahora también) primera línea de defensa para contener la nueva pandemia. Algunos países han dado pasos adelante generando plataformas digitales y aplicaciones móviles, que permitirán el registro en línea y buscar de alguna manera evitar la saturación de los servicios de salud, así como facilitar una línea de atención directa entre gobernantes y sus ciudadanos gracias a estos dispositivos.

El Teletrabajo: Como ya desde hace varios años tenemos smartphones y redes inalámbricas, tenemos la capacidad de trabajar de manera remota. Hace 20 años era casi impensable que estaríamos en la capacidad de recibir información en tiempo real, mantener un chat con nuestros clientes o emplear las teleconferencias como una forma eficiente de trabajo en equipo, pero hoy en día todas estas posibilidades son una realidad. Ahora se vive el desafío en las organizaciones de hacer uso eficiente de la tecnología para mantener conectados a empleados, empresas y clientes, la tecnología ha demostrado tener la capacidad pero las organizaciones tienen el desafío de poder organizar procesos de manera eficiente para que sus empleados mantengan la productividad y puedan acoplarse a nuevos procesos productivos.

La Inteligencia Artificial y Big Data; son desde hace ya un tiempo parte de los grandes pilares de transformación digital moderna. Hacer uso de la combinación de estas tecnologías ayuda a plantear posibles escenarios de propagación basados en los datos actuales y poder enviar a smartphones de los usuarios alertas de zonas de alto riesgo para mantener a la población segura. Algunos países pioneros en el tema ya están dando los primeros pasos en este sentido.

Internet de las cosas (IoT): aunque existe alta eficiencia en comunicación mediante dispositivos móviles, existe la tarea pendiente de mejorar la comunicación mediante los dispositivos no telefónicos (apróximadamente 25 billones para los 7,75 billones personas en el planeta). Esto se refiere a todos los equipos industriales, residenciales, logísticos, etc., en cuanto a que llegarán a tener la capacidad de comunicarse entre sí y pueden ser un apoyo a la hora de tomar diferentes acciones para en un futuro detener la propagación de nuevas cepas de virus. IoT será seguramente una nueva barrera de contención que tendremos para mejorar nuestra capacidad de reacción.

Esta nueva pandemia es un nuevo desafío a lo que hasta el momento hemos experimentado como seres humanos, pero es una situación ante la cual disponemos de herramientas tecnológicas que nos pueden ayudar a evitar un impacto mayor y, por el contrario, nos hacen evidente que la tecnología es una de las mejores herramientas para evitar la propagación de enfermedades y hacer un entorno conectado más seguro y productivo.

Basado en este artículo de «Estrategia y Negocios» para fomentar su difusión.

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